Luis de San Simón es psicoterapeuta individual y de grupo. Desarrolla la meditación e Imparte formación y talleres en meditación para psicólogos y psicoterapeutas y para el público en general. Actualmente además desarrolla los programas de mindfulness para niñ@s y adolescentes. Es además pionero en la realización de los programas de meditación y mindfulness para personas con enfermedad mental crónica.
Es psicólogo colegiado por Universidad Pontificia Comillas, psicoterapeuta humanista individual y de grupo , gestor de la diversidad, mediador intercultural, profesor en Universidades e instituciones públicas y privadas.
Se formó en la escucha activa en el enfoque centrado en la persona y escucha activa de Carl Rogers, también en facilitación de grupos (liderazgo de equipos). Estudió hipnosis clínica. Se ha formado en terapia humanista y terapia cognitivo conductual. Estudió la terapia sistémica y psicoterapia ericksoniana. Tuvo contacto con la guestalt, la meditación, mindfulness y focusing desde joven. Se formó en mediación con la beca Terana en la organización Soliya socia de las Naciones Unidas y del MIT. Se formó también en Gestión de Diversidad con el Instituto Europeo de Gestión de Diversidad y luego más tarde de manera más específica en gestión de la diversidad LGBTI+ en temas de género e identidad sexual en la Universidad Complutense de Madrid. Fué a California a formarse en el proceso creativo en 4 fases para la psicoterapia, la meditación y la expresión genómica con Ernest Rossi y su mujer Kathryn Rossi, ambos fueron de mucha influencia para Luis. Con ellos aprendió sobre los ritmos ultradianos y la facilitación de la neuro plasticidad entre otras cosas, convirtiéndose en un viaje de conocimiento, desarrollo de la conciencia y trabajo personal. Luis sigue todos los días investigando, estudiando nuevos descubrimientos que la ciencia va haciendo mientras lo compagina con una observación diaria, divertida y profunda.
En su experiencia a través de los años, de diversas formaciones e investigaciones y sobretodo de parar y observar, de experimentar, de llorar y reir, Luis ha desarrollado no un método sino una manera de aprender a estar con una o uno mismo. Una forma de parar y darse cuenta para seguir así creciendo y desarrollando nuevas y enriquecedoras experiencias. Así junto con la realización de que el cuerpo dialoga con la mente y la mente con el cuerpo en una danza creativa e iluminadora, Luis de desarrolla y lleva a cabo programas de meditación y mindfulness personalizados que van paso a paso al ritmo del grupo para dar a conocer lo que ha aprendido en estos años y sobretodo ayudar a la gente a que puedan acceder a las maneras más naturales y espontáneas de meditar y vivir así con mayor bienestar e inteligencia emocional.
Una de las cosas que Luis ha realizado es que ya meditamos, los niños y niñas meditan, las personas meditamos de manera natural. Así meditar en general y la meditación natural, no es una ardua tarea a realizar, aunque muchas veces nos propone retos interesantes, no es una técnica, ni siquiera un método a aprender sino dejarse parar, entrar dentro de una o uno mismo y permitirnos meditar. Y a la vez no es eso solamente, pues la meditación no es algo estanco o estático separado de nuestras vidas, está en contacto directo con lo que hacemos en nuestro día a día, con la actividad que nos lleva a nuevas experiencias, nos enriquece y nos activa. Es pues la meditación un fluir entre mente y cuerpo y entre actividad y reposo, que nos lleva a la presencia, a ser más quienes realmente somos, a estar centrados y presentes a la hora de vivir nuestros sueños y frustraciones, nuestros más grandes sentidos y nuestra vida cotidiana. Transformando síntomas y tensiones en bienestar y desarrollo. Así el viaje vital apoyado de la meditación propone aprender a recordar cómo meditamos por naturaleza y cómo actuamos creando nuevas y abundantes experiencias vitales. El movimiento corporal y la actividad mental para adentrarse en nuestro mundo interior a formado parte de nuestra cultura desde hace milenios, y ahora en el siglo veintiuno puede ser algo moderno e incluso placentero que forme parte de nuestras vidas cotidianas, como comer o dormir.
A través de sus viajes por los diferentes continentes ha podido conocer diferentes culturas con la curiosidad de conocer nuevos mundos.