La gratitud, tiene un montón de beneficios, físicos y mentales. Hay muchas prácticas que puedes hacer para darle más espacio. De hecho ya la sentimos, la gratitud va con nosotros, es el acto de recibir, y lo hacemos continuamente, cuando respiramos, recibiendo el oxigeno que necesitamos para vivir, cuando nos dejamos maravillar por algo bello que observamos, cuando nos permitimos sentir cariño hacia alguien, o dar un abrazo, aprovechar las posibilidades que nos da la vida es agradecer. Las prácticas de la gratitud nos ayudan a darnos cuenta que ya de hecho estamos agradeciendo, recibiendo las oportunidades. A veces pensamos en gratitud solo para los sentimientos «positivos». La cuestión es que los momentos difíciles, si son recibidos, son una oportunidad de crecimiento, una oportunidad para expandir nuestra conciencia, una oportunidad para querernos más. Si los negamos, podemos entrar en lucha con los conflictos que se nos presentan dentro y fuera de nosotros y perdernos la oportunidad de recibir, expandirnos y crecer. Por tanto agradecer es decir que sí a lo que sucede, asumiendo esos muchos momentos que nos regalan la vida y los demás de disfrutar y esas oportunidades de crecer y desarrollarnos. Es decir que sí a lo que ya de hecho está sucediendo, puedes seguirle la pista o luchar contra ello.
Aquí abajo he puesto un link a un video de youtube donde te propongo una de las muchísimas prácticas que puedes hacer para darte cuenta de que de hecho ya estas agradeciendo y así ser más consciente de las posibilidades que disfrutas.